domingo, 6 de junio de 2010

El aprendizaje y el desarrollo de las competencias.

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Los resultados para medir el aprendizaje pueden ser unos en determinados contenidos y de momento los podemos medir con la evaluación pero no precisamente quiere decir que hasta ahí se limita y por ello no precisamente debe ser trivial debido a que el ser humano en el transcurso de su vida puede seguir adquiriendo aprendizaje por necesidad, interés, etc. hasta lograr aprender lo que jamás hubiera imaginado saber.

“¿Son los logros que busca el mundo del trabajo (al que debe responder la educación superior) semejantes a los logros generales que la educación desde siempre ha proclamado que persigue?”.
Lo que sería la teoría y la práctica los cuales son muy necesarios juntos en el proceso del aprendizaje del estudiante
¿No queda la práctica profesional desprovista de sentido si se le desarrolla sin análisis y reflexión teórica?
¿No toma el mundo de la empresa un control excesivo de las operaciones socio-profesionales si se desnudan éstas de su carácter reflexivo y conceptual? Llevada nuestra inquietud al extremo, nos preguntamos:
¿Cómo se opera el mundo sin comprenderlo? O mejor, ¿a qué intereses sirve una operación del mundo sin su reflexión y su comprensión? ¿No debería entonces ser considerada la competencia –por lo menos en el mundo académico- como una noción que incluyera un diálogo de ida y vuelta entre el objeto socio-profesional al que sirve utilitariamente y el objeto de estudio que la provee de significado y sentido?
Si por medio de la competencia se provee el significado y el sentido a parte del gusto por lo que se elige el saber se llegará a dominar el ser competente, se dará poco a poco y por consiguiente el ser competitivo de manera automática.¿Cómo y por qué razones habremos de re-significar esta noción para que tome un significado más académico que vincule los marcos referenciales teóricos del estudiante con la acción misma en que se ponen en juego precisamente esos saberes? ¿Es esto posible?
¿No conspira de origen, académicamente hablando, la noción de capacitación contra la noción misma de educación? ¿Capacitar y educar son realmente cosas distintas? ¿Por qué? ¿En qué estriba la diferencia que hace a los académicos alejarse de la capacitación para atrincherarse en la educación, al mismo tiempo que a los empresarios alejarse de ésta para atrincherarse en aquella?
¿En qué examen final, de prácticamente cualquier materia universitaria, se analizan y reflexionan los cambios estructurales y personales ocurridos en los estudiantes en tanto seres humanos por encima de los contenidos programáticos?
La educación es primordial, pero ayudar a descubrir la habilidades, destrezas, aptitudes, etc., en los alumnos esto ayudará en él entender y ubicar cual será su fortaleza o debilidad en el ámbito profesional, social e incluso empresarial
¿El aprendizaje es algo tan absolutamente trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Los resultados pueden ser unos pero no precisamente quiere decir que hasta ahí se limita el aprendizaje del ser humano en el transcurso de su vida, pues hasta por necesidad logra aprender lo que jamás hubiera imaginado que podría saber.
¿Por qué cuando se habla de aprendizaje el énfasis educativo está puesto en los contenidos y en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no en la identidad personal y el proceso de transformación del sujeto?
Efectivamente en la etapa del estudiante los contenidos y el proceso de enseñanza-aprendizaje se establecen de acuerdo a la edad y al nivel educativo en que se encuentra y lo aprendido lo seguirá recordando y aplicando en el momento necesario de su vida.
¿Qué es entonces lo que realmente lo constituye? Si es el estudiante quién aprende y lo que aprende lo construye él mismo, ¿por qué hablar de mediación?¿Pero qué es lo que media?
Es el proceso de la evaluación.
¿Cómo hablar entonces de aprendizaje significativo y de aprendizaje situado sin antes haber establecido la naturaleza profunda del aprendizaje como tal, en unos términos además que develen cómo sucede –en virtud de este aprendizaje- la transformación profunda del sujeto? ¿Se deriva precisamente de esta transformación profunda de la persona que aprende la posibilidad de que el aprendizaje sea o no significativo?
Cada uno de los objetivos persigue un fin en el proceso de enseñanza lo cual estará en el docente conducirlo para que este sea significativo.
Sobre el aprendizaje significativo
Esta última pregunta nos lleva directo a una nueva sospecha: ¿por qué hablar de aprendizajes significativos como algo que hay que conseguir? ¿No es acaso todo aprendizaje, de facto, por serlo, un aprendizaje significativo? ¿Es posible el aprendizaje no-significativo? Algunos autores consideran que el aprendizaje no significativo es aquel que solo es discursivo y memorístico. Aun así sostenemos la sospecha: ¿no es el número de teléfono de una posible cita para un adolescente un dato estrictamente discursivo que ha sido almacenado memorísticamente, y al mismo tiempo ser un dato sumamente significativo? ¿Este dato constituido por apenas 8 dígitos es pura información numérica? ¿Es conocimiento? ¿De qué tipo? ¿Este dato numérico, al haber sido obtenido y memorizado, produce en alguna medida una transformación estructural y personal en el adolescente que nos ocupa? ¿En qué consiste pues que un dato tan simple se convierta en un aprendizaje significativo?
Va a depender del valor para su uso lo que lo hará significativo de acuerdo la necesidad del estudiante para apropiárselo.
¿No será que la convivencia y a veces el sincretismo ideológico de los enfoques activos de la educación nos han hecho olvidar la profundidad con la que el lenguaje hablado y escrito ha permitido heredar y desarrollar, generación tras generación y a través de toda la historia de la humanidad, un gran porcentaje de los significados que le son relevantes al ser humano? ¿Es realmente el discurso verbal un instrumento educativo tan inapropiado?
Los tiempos han cambiado así como el discurso magisterial en el aula, no lo considero una aberración porque parte del discurso se debe dar para la funcionalidad de las demás actividades que le continúan en una clase en el aula.
¿Qué aprendizajes y qué competencias podría desarrollar un estudiante de secundaria que teme volar en avión si se le sitúa dentro de la cabina de un Boing 747 y se le pide que lo haga despegar y lo lleve a 16,000 m de altura?
El conocimiento es situado, es parte y producto de la actividad, el contexto y la cultura en que se desarrolla y utiliza. Frida Díaz Barriga Arce.
Lo que se debe considerar al aplicar las estrategias.

Al respecto, Perrenoud plantea: "¿una competencia es un simple esquema?
Una competencia ha de estar conformada, como se indica en el Proyecto Tuning (2000,
2003, 2007) por elementos integrados, que impliquen la capacidad de seleccionar entre una amplia gama de posibilidades, los conocimientos apropiados para determinados fines.

1 comentario:

  1. Hola Alicia ¡

    Como tienes razon, al menciona que sobre la trivialidad de la evaluacion, pues resulta que cuando se realiza es muy importante, pero posteriormente (o relativamente), cuando el sujeto a aprehendido nuevas cosas, la evaluacion anterior deja de ser importante y pasa a ser trivial, Por que el nuevo conocimiento así obliga.

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